José Saramago es de mis autores favoritos. Su estilo, profundidad y humor me encantan y espero poder leer toda su obra. El mes pasado leí El hombre duplicado, una obra muy popular del autor, ya que combina su tradicional enfoque sobre la identidad humana y la novela policíaca, haciéndolo accesible a otras audiencias, e incluso ha sido llevada al cine como Enemy (2013). Las preguntas que plante esta novela son ¿Qué define nuestra individualidad? ¿Cómo sabemos quiénes somos? ¿Somos realmente únicos?
Tertuliano Máximo Afonso, un profesor de historia, con una vida común y aburrida, descubre, después de ver una mala película, que existe un hombre idéntico a él en la ciudad con el cuál no comparte vínculo sanguíneo. Encontrarlo se convierte en su obsesión, rezagando a su sentido común y encontrándose momentáneamente motivado y excitado, alcanza un triunfo aparente al conocerlo, pues su copia siente amenazada su propia identidad. ¿Quién es copia de quién?
Tertulio Máximo Afonso anda muy necesitado de estímulos que lo distraigan, vive solo y se aburre, o hablando con la exactitud clínica que la actualidad requiere, se ha rendido a esa temporal debilidad del ánimo que suele conocerse como depresión... Se corre el peligro de que los otros se den cuenta, y, lo que es peor, que percibamos también nosotros a través nosotros a través de los ojos de los otros ese oculto desvío que nos torció a todos al nacer y que espera, mordiéndose las uñas de impaciencia, el día que pueda mostrarse y anunciarse...
Una de las características de Saramago es que existe una sola voz narradora, sin separación de diálogos ni diferenciación de lo que dice cada personaje, solo al inicio de la novela queda claro, lo que exige al lector concentración y le permite al autor una fluidez incomparable. Tertuliano debate tus ideas e intenciones con su propio Sentido Común, que aparece como un personaje alegórico, y gracias al recurso de una voz narradora, vemos que la conversación es en realidad un monólogo, crea conflictos de personalidad, intenta confundirte para decidir quién es quién.
"No sé con exactitud, ni siquiera vagamente, lo que pienso o lo que quiero, pero imagino que sería una buena idea / ¿Abandonar la enseñanza? / Abandonar cualquier cosa." Diálogo entre Tertuliano y su Sentido Común,
Y no solo sucede este enredo con su propio Sentido Común, sucede también con su doble, Daniel Santa Clara, un actor de películas baratas, casado y con una vida más bien interesante y feliz. El encuentro de estos dos hombres idénticos los hace preguntarse: ¿Alguien se daría cuenta si nos intercambiamos? ¿Que sucedería si otros descubren que somos iguales? ¿Alguien es copia del otro? ¿Merecemos ambos estar aquí?
Con estas preguntas de orden existencial, Saramago continúa señalando los males que afectan a la humanidad, invita al lector a la instrospección, a contestarnos a resolver y entender nuestra individualidad y aquello que nos hace únicos y distinguibles.
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| José Saramago, premio nobel de literatura 1998, mi inspiración. |
Los dejo con una de mis citas favoritas de la novela:
... A veces nos preguntamos por qué la felicidad tarda tanto en llegar, por qué no vino antes, pero si nos aparece de repente, como en este caso, cuando ya no la esperábamos, entonces lo más probable es que no sepamos qué hacer con ella, y la cuestión no es tanto en saber elegir entre reír y llorar, es la secreta angustia de pensar que tal vez no consigamos estar a su altura.
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